Segunda Parte
"LA FRATERNIDAD", por Luis Doello Jurado
"LA FRATERNIDAD", por Luis Doello Jurado
Gualeguaychú, junio de 1953
Luís Doello Jurado |
Conocí pués "La Fraternidad" (y la fraternidad) en forma que jamás se borrará de mi alma. Las becas no eran limosnas ni prebendas palaciegas. Las otorgaban las comisiones departamentales en tal número como lo permitía el monto de las cuotas que aportaba el vecindario, dividido por el importe de la beca, 18 $.
Los becados éramos responsables ante los contribuyentes, que no hubieran soportado costear holgazanes o ricos; teníamos que sacar por lo menos 6, término medio, al fin del año y no haber fracasado en ninguna asignatura para conservar la beca.
Éramos hombres, Hombres del Colegio de Urquiza. Los estatutos de "La Fraternidad" eran un hermoso documento de patriotismo sin gritos ni espasmos; se exigía seriedad y laboriosidad, y se obtenía. Un artículo penaba con expulsión a quien delatara a un compañero.
En 1888, una madrugada, aparecieron detrás del ombú del sitio todos los cubiertos con que se servía la mesa a los ochenta y tantos internos, hechos pedazos con diabólica paciencia; había hojas de cuchillos rotas en trocitos de una o dos pulgadas. Era la forma de la más drástica protesta contra la calidad de las comidas. En verdad, una vez se encontraron en un arroz a la valenciana, ratoncitos cocinados enteros junto con los trozos de salchicha.
El Presidente Dr. Ugarteche, cuyo monumento es poco para su noble figura, se dirigió a los internos con detonante violencia, y amenazó con expulsiones en masa y otras penas severísimas.
Cincuenta y tantos años después un compañero de aquellos tiempos me confió el nombre de uno de los delincuentes. No sé cómo lo sabía; no lo dijo a nadie más; y yo no lo digo, no lo quiero decir.
Y ahora, viejo, más cerca de los 80 que de los 70, he vuelto a "La Fraternidad" y la encuentro igual. Igual en la nobleza de los corazones, igual en la falta de énfasis, en la naturalidad de las posturas morales, sin gritos ni declamaciones. Son caballeros y son alegres. No alardean ni temen, Y otra cosa que me llenó de sana alegría, aprecian a sus autoridades. Para esas autoridades no hay mejor elogio y yo se lo tributo a plena conciencia. Honra de Entre Ríos, Institución única en su carácter, el país entero debiera saber esto que yo sé y digo."
(Publicado en "CHÉCALE" - Año I - Nro 1, del 21 de junio de 1953)
"LA FRATERNIDAD" - Hija del Histórico - Heredera de Urquiza, escribió Antonio Sagarna en 1944
Francisco Barroetaveña |
EPÍLOGO
Histórico Colegio del Uruguay "Justo José de Urquiza" |
Alguna vez dijimos que los Fraternales hallamos que nuestra espíritu estriba y se apuntala en una clara perspectiva renovadora, fuertemente comprometida.
Los Fraternales sentimos amor por la Casa, amor por su rico pasado, amor por los años que vivimos entre sus paredes, amor por el futuro de "LA FRATERNIDAD" y el amor es compromiso, es entrega sin cálculo...
Antonio Sagarna |
"...De la Sociedad Popular Educacionista "La Fraternidad", de Concepción del Uruguay, "única en su género en la América del Sud", "Sueño de niños y realidad de gigantes", como sentenciara, con sabiduría y justicia, uno de sus "fundadores", primer Presidente y leal amigo durante toda su vida, el destacado educacionista José Benjamin Zubiaur; de esa feliz creación del espíritu estudiantil, generoso y solidario, incubado y cultivado en el Colegio del Uruguay, puedo afirmar lo mismo que dije de este glorioso instituto en el libro que, por sugestión del distinguido Director del Instituto de Didáctica de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, Dr. Juan A. Casoni:
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...es indudable que una institución argentina de tan claros y nobles orígenes populares, se adaptará superándose, a las exigencias de esos nuevos tiempos; su tradición es un compromiso de honor y un acicate; para los que fuimos sus hijos espirituales será siempre un espejo, una deuda y una esperanza."
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