"Queridos Confraternos:
Les transmito la triste noticia, ya anticipada, del
fallecimiento del querido confraterno Alberto Domingo Montoya, acaecido el
07 de Mayo del Cte. año. El sepelio se realizó el día 08. Desde la Ciudad de
Diamante para estar presente en el triste final, llegó su entrañable amigo y
confraterno Nallib A. Chemez en compañía de su esposa e hijos.
Montoya, había nacido en el año 1924 en Estanislao del
Campo, población distante a 230 km. de la Ciudad de Formosa. Cursó sus
estudios en el histórico Colegio de Urquiza, llegando a la Fraternidad en
los primeros años de la década del ´40. Cursó después, la carrera de
abogacía en la Universidad Nacional de La Plata. Y, egresado, regresó a
Formosa donde ejerció la profesión de abogado, profesión que alternara con
una intensa actividad política, militando en las filas de la Unión Cívica
Radical. Sus aptitudes personales pronto le permitieron encumbrarse en la
primera línea de la dirigencia política de Formosa lo que le llevó a ser
Convencional Constituyente en el año 1957, siendo valioso su aporte en la
redacción del texto de la Constitución Provincial de ese año. En 1963,
contando con 39 años fue proclamado candidato a gobernador por la UCR,
triunfando en las elecciones y asumiendo el cargo que desempeñara con
eficacia y probidad hasta el día 23 de Junio de 1966 en que se derrocara el
gobierno constitucional de la Nación a cargo del Dr. Arturo H. Illia.
Sus aciertos en la gestión gubernativa de la Provincia de
Formosa, en el corto período en que se desempeñara como gobernador fue
fructífero tanto en el orden administrativo como en el plan de obras que
desarrollara con notable eficiencia y absoluta honestidad, lo cual fue
reconocido en el postrer homenaje que le fuera tributado.
No se alcanza el reconocimiento póstumo de la comunidad, sin
haberle brindado a la misma sus mejores esfuerzos con corrección y ejemplar
transparencia.
Se puede hacer y divulgar los hechos, se puede no hacer y
decir que se hace o bien, se puede, simplemente, hacer una gestión
provechosa sin publicarla a los cuatro vientos. Él prefirió esta última
opción, trabajando silenciosamente, como buen fraternal, en provecho de
todos. Su obra habla de la importancia de la misma como lo enseña el
decálogo fraternal y hoy, cuando se nos ha ido habla también de la grandeza
de su silencio y de los valores que supieron adornar su figura de hombre
excepcional.
El foro de Formosa recuerda también su militancia a favor de
los justiciables, en la defensa de los derechos y en la dignificación del
ejercicio de la abogacía. El bien ganado respeto entre los abogados de la
provincia le significó consagrarse en dos oportunidades como presidente del
Colegio de Abogados, a través del voto de los colegas.
Los fraternales de Formosa, lo recordamos así en estas
palabras que quieren ser un homenaje. Confiamos plenamente en que sus hijos
Gerardo, Alberto y Laura sabrán mantener la imagen de su prestigioso padre y
apoyar a la querida "Lali" Von Zander de Montoya, modelo de esposa y madre y
compañera infatigable de quien se ha ido, para siquiera mitigar el dolor
enorme de su ausencia. Para ellos el abrazo solidario de los confraternos,
en este momento de reflexión y duelo".
Sergio
Alfredo Martínez
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