UN DOMINGO FRATERNAL
Máximo Ronconi y su esposa - nuestra amiga fraternal - la querida y
perseverante Zulema- con suficiente anticipación empezaron a convocar por
teléfono para reunir fraternales el domingo 10 de mayo.
La cita era en el campo de Tatú Grande, sobre la Ruta 12, en el paraje
Ensenada Grande.
El día contribuyó con un sol correntino - bien subtropical, pero un viento
con algo de frescura campeaba en tan hermoso lugar.
Una añosa arboleda rodea la casa, que se presentaba alegre y acogedora
como los dueños, que siempre salen a recibirte con los brazos abiertos.
Del otro lado, una columna de humo indicaba que la parrilla se preparaba
con mucho manjar, para compartir entre amigos fratres.
Ya en la galería empezaban los re encuentros y las presentaciones de
alguna esposa, que era rescatada del anonimato.
En el mismo predio un quincho hexagonal- muy original hasta la mesa, seguía
la forma del quincho, lo que permitía que las más de 30 personas que
estábamos en el lugar nos viéramos las caras. Era como una gran mesa de
hermanos que celebran sus propias vidas en torno a una Casa.
El corazón fraternal se entusiasma, añora, evoca, se solaza en las
anécdotas.
Cambá Lacour, describía aquella su adolescencia, con tantas precisiones,
que todos sentíamos ver desfilar secuencias inolvidables y queridas
imágenes de nuestros propios años en la querida Casa. Y brotaban las
sonrisas ante las anécdotas, que no faltaron.
En ese ambiente de verdadera amistad, la palabra de Mario Vallejos, que
había llegado, desde Mercedes con sus dos hijos fraternales, su hija
casada con Humberto Rodríguez, también fraternal, y Pedro su nieto de 10
años, sonó a convocatoria y a interpelación: "NUNCA NOS FUIMOS", repetía
"como dice el Centro Maxit, de C. del Uruguay, nunca nos fuimos, e invito a
acercarnos concretamente, para que la lucha de ellos por el Internado
Secundario, reciba un apoyo desde este encuentro".
La adhesión a la iniciativa fue unánime, y se discurrían distintos
conceptos sobre las duras etapas que sucesivamente, fue viviendo nuestra
Casa Grande.
En ese momento, y no sin emoción y reverenciando en lo más íntimo aquellos
esfuerzos fundacionales del Centro Maxit, de C. del Uruguay, que
compartí por residir entonces en esa ciudad, pedí la palabra , porque
estimo que La Fraternidad, está en deuda con el Internado Secundario que le
dio origen.
Hice un esquemático relato, de circunstancias, participaciones, luchas,
cambios, porque no de angustiosas soledades, alejamientos, acercamientos,
reinserciones...repetí tal vez con vehemencia: NUNCA SE OPUSO EL CENTRO
MAXIT A LA UNIVERSIDAD PRIVADA "LA FRATERNIDAD " , como se nos endilgó a
aquel puñado de hombres - que defendían a ultranza - la coherencia y celo
de no permitir que el Internado Secundario desaparezca.
Lo relaté porque siempre es conveniente clarificar circunstancias, que
pudieron colocarnos a los ex internos en posibles veredas opuestas-
En 1977- año del Centenario, realmente el centro Maxit, se multiplicó, sacó
fuerza ante la adversidad, y marcó mojones: se realizó la Convención
Nacional de ex -internos; se renegociaron contratos de arrendamientos, por
Comisión de Fraternales convocados a ese efecto, actualizando los mismos. Se
puso el hombre, y se colaboró para que los festejos fueran abarcativos e
inolvidables.
Aquella idea primera, que latió en todos nosotros - que al igual que los
Centros Académicos más célebres del mundo, debíamos preservarlo como
lugar de prestigio, y formación académica; desde el cual el joven continuara
estudios superiores en la misma casa. Pero nunca expulsándolos, por pensar
que la idea fundacional de La Frater Secundaria, se había agotado en sí
misma.
Y así con la esperanza fuerte latiendo siempre en nuestro convencimiento,
relaté aquellas incursiones donde los Fraternales,- en el Centenario,
salieron Litoral adentro a convocar jóvenes- totalizando un numeroso
contingente que entusiasta descubría un mundo nuevo. Aún cuando se
multiplican los Colegios Secundaritos, la MISION de La Fraternidad,
encontraría muchísimos jóvenes porque cada vez más los ricos de intelecto,
encuentran serias dificultades, para concretar sus estudios secundarios.
Cambá Lacour, enseguida tomó la palabra y pidió que por lo que recibía de
este relato invitaba a rendir - en ese almuerzo- un homenaje a todo el
Centro Maxit de C.del Uruguay, a quienes silenciosamente no sólo perseveran
en el sueño de restituir al Internado aquel emblemático lugar, sino que
todos ellos se afanan día por el sobrevivir cotidiano. Se recordó el aporte
de Finí Senes, la hija de Carpincho Chico , que desde Formosa envió jóvenes
para que pudieran acceder a estudios secundarios.
Los presentes : que se detallan abajo, algunos con muchísimas horas de
viaje-Ernesto Reig desde Eldorado Misiones, Malarzuck, fotógrafo del evento,
con su esposa desde Posadas, - Vela, Armando, Aldo Quenardele, con esposa,
y Rolando Tarnosky, también con Sra desde Chaco- y - Abel Iván Barbis- Ruben
Lena, con esposas- la Dra Irma Sosa, viuda de Mario Melzner-los Vallejos
desde Mercedes con Lacour, y Melba y Pedro López de Ctes.
El chécale, se cantó en repetidas ocasiones, y en cada entonación queríamos
renovar nuestra voluntad de seguir dando vida a la Casa.
"DEVOLVER, DEBEMOS DEVOLVER- COMO DIJO SAGARNA"..repetía Mario Vallejos una
y otra vez.
Máximo Ronconi y su esposa - nuestra amiga fraternal - la querida y
perseverante Zulema- con suficiente anticipación empezaron a convocar por
teléfono para reunir fraternales el domingo 10 de mayo.
La cita era en el campo de Tatú Grande, sobre la Ruta 12, en el paraje
Ensenada Grande.
El día contribuyó con un sol correntino - bien subtropical, pero un viento
con algo de frescura campeaba en tan hermoso lugar.
Una añosa arboleda rodea la casa, que se presentaba alegre y acogedora
como los dueños, que siempre salen a recibirte con los brazos abiertos.
Del otro lado, una columna de humo indicaba que la parrilla se preparaba
con mucho manjar, para compartir entre amigos fratres.
Ya en la galería empezaban los re encuentros y las presentaciones de
alguna esposa, que era rescatada del anonimato.
En el mismo predio un quincho hexagonal- muy original hasta la mesa, seguía
la forma del quincho, lo que permitía que las más de 30 personas que
estábamos en el lugar nos viéramos las caras. Era como una gran mesa de
hermanos que celebran sus propias vidas en torno a una Casa.
El corazón fraternal se entusiasma, añora, evoca, se solaza en las
anécdotas.
Cambá Lacour, describía aquella su adolescencia, con tantas precisiones,
que todos sentíamos ver desfilar secuencias inolvidables y queridas
imágenes de nuestros propios años en la querida Casa. Y brotaban las
sonrisas ante las anécdotas, que no faltaron.
En ese ambiente de verdadera amistad, la palabra de Mario Vallejos, que
había llegado, desde Mercedes con sus dos hijos fraternales, su hija
casada con Humberto Rodríguez, también fraternal, y Pedro su nieto de 10
años, sonó a convocatoria y a interpelación: "NUNCA NOS FUIMOS", repetía
"como dice el Centro Maxit, de C. del Uruguay, nunca nos fuimos, e invito a
acercarnos concretamente, para que la lucha de ellos por el Internado
Secundario, reciba un apoyo desde este encuentro".
La adhesión a la iniciativa fue unánime, y se discurrían distintos
conceptos sobre las duras etapas que sucesivamente, fue viviendo nuestra
Casa Grande.
En ese momento, y no sin emoción y reverenciando en lo más íntimo aquellos
esfuerzos fundacionales del Centro Maxit, de C. del Uruguay, que
compartí por residir entonces en esa ciudad, pedí la palabra , porque
estimo que La Fraternidad, está en deuda con el Internado Secundario que le
dio origen.
Hice un esquemático relato, de circunstancias, participaciones, luchas,
cambios, porque no de angustiosas soledades, alejamientos, acercamientos,
reinserciones...repetí tal vez con vehemencia: NUNCA SE OPUSO EL CENTRO
MAXIT A LA UNIVERSIDAD PRIVADA "LA FRATERNIDAD " , como se nos endilgó a
aquel puñado de hombres - que defendían a ultranza - la coherencia y celo
de no permitir que el Internado Secundario desaparezca.
Lo relaté porque siempre es conveniente clarificar circunstancias, que
pudieron colocarnos a los ex internos en posibles veredas opuestas-
En 1977- año del Centenario, realmente el centro Maxit, se multiplicó, sacó
fuerza ante la adversidad, y marcó mojones: se realizó la Convención
Nacional de ex -internos; se renegociaron contratos de arrendamientos, por
Comisión de Fraternales convocados a ese efecto, actualizando los mismos. Se
puso el hombre, y se colaboró para que los festejos fueran abarcativos e
inolvidables.
Aquella idea primera, que latió en todos nosotros - que al igual que los
Centros Académicos más célebres del mundo, debíamos preservarlo como
lugar de prestigio, y formación académica; desde el cual el joven continuara
estudios superiores en la misma casa. Pero nunca expulsándolos, por pensar
que la idea fundacional de La Frater Secundaria, se había agotado en sí
misma.
Y así con la esperanza fuerte latiendo siempre en nuestro convencimiento,
relaté aquellas incursiones donde los Fraternales,- en el Centenario,
salieron Litoral adentro a convocar jóvenes- totalizando un numeroso
contingente que entusiasta descubría un mundo nuevo. Aún cuando se
multiplican los Colegios Secundaritos, la MISION de La Fraternidad,
encontraría muchísimos jóvenes porque cada vez más los ricos de intelecto,
encuentran serias dificultades, para concretar sus estudios secundarios.
Cambá Lacour, enseguida tomó la palabra y pidió que por lo que recibía de
este relato invitaba a rendir - en ese almuerzo- un homenaje a todo el
Centro Maxit de C.del Uruguay, a quienes silenciosamente no sólo perseveran
en el sueño de restituir al Internado aquel emblemático lugar, sino que
todos ellos se afanan día por el sobrevivir cotidiano. Se recordó el aporte
de Finí Senes, la hija de Carpincho Chico , que desde Formosa envió jóvenes
para que pudieran acceder a estudios secundarios.
Los presentes : que se detallan abajo, algunos con muchísimas horas de
viaje-Ernesto Reig desde Eldorado Misiones, Malarzuck, fotógrafo del evento,
con su esposa desde Posadas, - Vela, Armando, Aldo Quenardele, con esposa,
y Rolando Tarnosky, también con Sra desde Chaco- y - Abel Iván Barbis- Ruben
Lena, con esposas- la Dra Irma Sosa, viuda de Mario Melzner-los Vallejos
desde Mercedes con Lacour, y Melba y Pedro López de Ctes.
El chécale, se cantó en repetidas ocasiones, y en cada entonación queríamos
renovar nuestra voluntad de seguir dando vida a la Casa.
"DEVOLVER, DEBEMOS DEVOLVER- COMO DIJO SAGARNA"..repetía Mario Vallejos una
y otra vez.
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