20 de Junio - Día de la Bandera Argentina

lunes, 21 de mayo de 2007

Homenaje a Concepción del Uruguay - Discurso Dr Victor Martinez

Breve discurso de agradecimiento para la Comunidad de Concepción del Uruguay (Entre Ríos) ante su municipio del día 13 de mayo de 2007 a hs. 10.00

Todos los FRATERNALES agradecemos a la comunidad de Concepción del Uruguay por que:
En el ambiente de debacle cultural, que hoy nos agobia hasta el padecimiento, con proyección hacia un futuro incierto, es buena la ocasión para reflexionar en torno a la cuestión estudiantil, o por lo menos, rememorar aquella “Generación del Ochenta” a modo de parámetro ético que señalara el sendero a transitar para enmendar errores y prevenir desaciertos.-

Agradecemos a la comunidad de Concepción del Uruguay por que:
Evocando aquella “Casa de la amistad sin tasa” (al decir del inolvidable Córdoba Iturburu) que fue construida para ampliar con libertad el horizonte del saber, un saber que ha superado las fronteras de los claustros sembrando la semilla de cultura en la población de esta legendaria ciudad de Concepción del Uruguay, para germinar educación, civilización, esparcida con vientos de razón y solidaridad hacia los cuatro puntos cardinales consolidando el sentido de la dignidad y del trascender humano.-

Agradecemos a la comunidad de Concepción del Uruguay por que:
El conocimiento científico fue adquirido en “La Fraternidad” con lealtad y ternura propias de una sincera amistad, evidenciada con la experiencia cordial de la relación entre educador y educando, entre el profesor y el alumno amigo, entre el vecino tutor y su pupilo que arribó a “La Fraternidad”, solo, desprotegido, desorientado, sin rumbo definido para el incipiente camino de nuestro devenir histórico.-

Agradecemos a la comunidad de Concepción del Uruguay por que:
Siendo lo humano el eje o núcleo esencial de los desvelos y preocupaciones de “La Fraternidad”, ha incorporado a sus claustros adolescentes ávidos de educación, civilización y cultura, ilusionados por un futuro mejor, cierto, posible, y accesible.-
Es decir, que “La Fraternidad” continuó como realidad tangible aquel visionario proyecto de don Justo José de Urquiza, cuando en 1849 fundó el Colegio Nacional, proyecto sintetizado con la elocuencia propia de los poetas sabios como que así lo es Jorge Enrique Martí, haciendo decir al triunfador de Caseros:
“Yo, el fundador del Colegio
heredero de mis glorias,
el artífice de escuelas,
de ciudades y colonias,
que en un tiempo de carretas
y chasques que se demoran
abrí caminos de rieles
a raudas locomotoras,
para acercar el progreso
a las comarcas remotas.”
(Fragmento del poema “Urquiza”, en su libro “Retablo”, Editorial Dunken, Buenos Aires, 2006, pág. 89)

Y precisamente, cuando arribamos a esta ciudad desde comarcas remotas, traíamos como austero equipaje profundos interrogantes, ¿quién soy?, ¿hacia donde voy?, ¿para que estudiar?, ¿abandono?, ¿continúo?, ¿seré profesional?, ¿podré saber igual o más que mis profesores?, ¿Qué rol social asumiré?, ¿Cuáles serán o son mis ideales políticos?. En suma, todos llegamos motivados por acercarnos a la VERDAD fundada en lo más recóndito de la razón humana, como decía Santo Tomás: “La verdad es la razón de la inteligencia”, y exactamente, esta sociedad fue la que nos alcanzó la razón de la inteligencia para resolver aquellas incógnitas.-

Agradecemos a la comunidad de Concepción del Uruguay por que:
En “La Fraternidad” se formaron sucesivas generaciones dentro de un contexto, con profundos interrogantes esenciales: ¿cuál es el sentido de la vida?, ¿hacia donde proyectamos nuestra existencia?, ¿Qué futuro nos aguarda?, la incógnita de inmensa magnitud fue develada por dos caminos: uno apriorista, con los consejos del decálogo Fraternal, y otro empírico: por que siendo fieles a esos principios producto de la tradición fraternal, nunca los abandonamos, por más desventuras que sufrimos para superar los escollos de la injusticia hacia la meta que el destino nos ha trazado. Habida cuenta que, no fuimos cautivados por la frivolidad encubridora del rostro de la barbarie que hoy grafica la decadencia cultural argentina, que cada día más se avecina a la declinación inminente con el pesimismo propio del escepticismo postmodernista.-

Agradecemos a la comunidad de Concepción del Uruguay por que:
Situación distinta era aquella del año 1877, cuando la diferencia entre riqueza y miseria no suscitaba escándalo, ni pobladas, ni motines, ni sediciones, por que a partir de 1853 las instituciones republicanas comenzaron a regir genuinamente conteniendo y ordenando a la sociedad. Y fundamentalmente, la mayúscula prioridad que les conferían a las instituciones educativas, en pos de la realización de una escala de valores cuyo máximo escalón era el valor ético, evidenciando su concreción con aquel sueño:
“sueño de niños y realidad de gigante”,
como que así fue y es nuestra querida “Fraternidad”. Y cual eco del proyecto educacional, los fraternales esparcidos por todo el país actúan como alguna especie de predicadores laicos con cierta mística quijotesca de aquel “Caballero de la triste figura”, pero con los pies en la tierra, propia de la practicidad y sentido de la realidad de Sancho Panza.-
Ambos personajes de la universal novela trasuntan el necesario equilibrio entre la ilusión utópica que nos acicatea, y la desilusión o desencanto que sufrimos durante nuestro transitar vital hacia la meta esperanzada, con:
“la proa visionaria hacia una estrella”,
al decir de José Ingenieros, que hasta machaconamente lo repetía nuestro inolvidable y querido maestro de toda la vida el Dr. Ernesto Alejo Maxit, pues al recordarlo, recuperamos nuestra natural capacidad de asombro con actitud humilde, aventando cualquier desplante de soberbia.-
Y a propósito de la humildad como virtud, nada mejor que recordar aquel decálogo del fraternal, cuyo canon tercero decía:
“Llegarás calladamente, y tu acción, aunque abnegada y altiva, será tan silenciosa que únicamente el bien que has de dejar hablará de ella y no de ti”.-

Agradecemos a la comunidad de Concepción del Uruguay por que:
Aquellos profesores nos enseñaron a investigar para obtener la verdad, aportando los eficaces instrumentos de la razón genuina para protegerla de desviaciones determinadas por la ideología del mandón de turno. Pues al abordar la verdad, todos los fraternales nos comprometemos a contribuir desde el lugar y rol que asumimos con esfuerzo e idoneidad, en pos de una sociedad cordial, armónica, y pacífica, donde la justicia distributiva supere el marco de la estéril moción de anhelos.-
Las lecciones del profesor asimiladas cotidianamente generaron en nosotros propuestas sensatas, comprometiéndonos y capacitándonos para descifrar la incógnita en torno al sentido o rumbo del tránsito vital, que en gran medida, hoy nos orienta en el
“Contexto contemporáneo, donde parece conceder primacía a una inteligencia artificial cada vez más subyugada por la técnica experimental, olvidando de este modo que toda ciencia debe defender siempre al hombre y promover la búsqueda del bien auténtico.” (del Papa Benedicto XVI cuando visitó la Pontificia Universidad Lateranense el 21 de octubre de 2006).-
El gran Cervantes puso en boca de su legendario Quijote:
“De gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben, y uno de los pecados que más a Dios ofende es la ingratitud” (concluyendo el capítulo XXII de la Tercera Parte).-
Rememorando al hidalgo caballero es que:
Señoras y Señores, cual eco del cervantino apotegma universal, en nombre propio y de los fraternales que orgullosamente en la ocasión represento, a todo el pueblo de Concepción del Uruguay le decimos:
Gracias, muchas gracias, por su generosa hospitalidad y por la educación que recibimos, lo cual, adquiere mayor relevancia en el país de hoy, que por la seducción del hedonismo la ética pareciera extinguirse, en que ley y derecho, se esgrimen como instrumento bélico, con falsas ilusiones y pocas soluciones, de todo corazón les decimos, muchas gracias.-

Fraternal Dr. Víctor René Martínez
Decano – Fac. Ciencias Jurídicas
Universidad Católica de Salta
Para la ciudad de Concepción del Uruguay (Entre Ríos)
13 de mayo de 2007

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El discurso del DrVictor Martinez, de homenaje a Concepción del Uruguay representa el sentimiento de todos los fraternales, los ex internos de La Fraternidad, hacia ésta noble Concepción del Uruguay.
Hemos revivido emociones y vivencias, sabedores que la misión de La Fraternidad debe seguir cumpliéndose como la soñaron LOS FUNDADORES.
Andrés.

Anónimo dijo...

Resido en Buenos Aires, soy uruguayense, no fui "fraternal" pero La Frater es un orgullo que no puedo disimular. El homenaje a CdelU del Dr. V. Martinez está cargado con un sentimiento tan fuerte como el que sentimos, los oriundos, por ustedes que son quienes la construyeron y la hicieron grande.
Eduardo Casanova

Homenaje al Ingeniero GUSTAVO TORRESÁN (f), hijo del Fraternal Jorge Torresán

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