La tracción de las nuevas universidades
20/10/11 La matrícula sube más que en las tradicionales. Y dictan carreras atípicas.
PorPABLO SIGAL
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De golpe, por la cantidad de carreras que surgieron en la última década, pareciera que hay oferta para abastecer a varios Kouichi Cruz, el chico genio cordobés que estudia tres licenciaturas al mismo tiempo. Un ejemplo claro es la Universidad de Lanús, donde ya existen carreras de perfil impensado en otra época y para 2012 inauguran otras tres: licenciatura en Nutrición (5 años), con título intermedio de Técnico en Nutrición Comunitaria (3 años); licenciatura en Tecnologías Ferroviarias, con orientación en Electromecánica Ferroviaria o en Infraestructura Ferroviaria (4 años), con título intermedio de Técnico en Tecnologías Ferroviarias (3 años), y Licenciatura en Museología Histórica y Patrimonial (2 años). En este último caso se trata de un “ciclo”, que completa estudios terciarios en el tema para que el interesado pueda alcanzar el nivel de licenciado.
¿Cómo se decide crear estas nuevas carreras? “Nosotros realizamos estudios de campo para determinar cuáles son las necesidades que existen. En este momento, por ejemplo, vemos que hay un resurgimiento de todo lo que tienen que ver con los trenes y ahí hay una demanda”, explica un vocero de la Universidad de Lanús.
Por otro lado, hubo una creación acelerada de universidades que comenzó en los 90 y continuó durante la última década. Diez de las 60 universidades que se cuentan hoy en Capital y provincia de Buenos Aires se crearon en ese lapso. De esa cantidad, siete son estatales y tres privadas.
“La conformación de nuevas universidades contribuyó a que el sistema adquiriese un alto grado de heterogeneidad”, dice Pablo Buchbinder, autor del libro Historia de las Universidades Argentinas. Y destaca un dato sobre meteórico crecimiento de estas casas de estudios nacientes: “Entre 1998 y 2003, la matrícula de las universidades del conurbano creció entre un 19 y un 32%, mientras que la de la Universidad de Buenos Aires aumentó sólo el 3,8% anual”.
Esta heterogeneidad de la que habla Buchbinder es criticada por algunos especialistas, al marcar allí un foco de desorganización y falta de criterio para una oferta académica más orgánica.
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