“¡¡¡ Formosa, presente ¡!!
En la evocación de la persona del querido “NEGRO LÓPEZ”, a veinte años de su partida, sumamos el afecto fraternal de tantos formoseños que lo tuvimos como nuestro segundo padre, en la época más felíz de nuestra vida: la adolescencia entre las paredes de “LA FRATERNIDAD”.
Nuestros sentimientos de fraternales agradecidos, atesoran el recuerdo de sus palabras y consejos, de su generosidad sin límites, de su vida ejemplar por lo sencilla y honrosa.
Cómo olvidar, entonces, su actitud diligente para brindarnos su “manosanta” cuando alguna dolencia nos aturdía; o su mesa familiar impecablemente vestida, una vez al mes, para celebrar los cumpleaños de los confraterno, a su exclusivo cargo; o su varonil acompañamiento a las huestes de ESTUDIANTIL FRATERNAL, huestes que lo tuvieron como su director técnico y mucho más; porque dentro del estadio y fuera de él su celoso guardián, maestro de vida, protector y, por sobre todo, el amigo incondicional e inclaudicable.
En los años maduros de su vida ,el folklore lo envolvió en su poncho gaucho, atrapándolo. En ese ámbito, con pasión, trascendió a los escenarios de todo el país. Como trascendió siempre, aferrado a sus principios y virtudes, aún en circunstancias menores, pero llenas de hondo contenido humano.
Para homenajearlo, vuele entonces nuestra imaginación de la mano del recuerdo: ¡¡¡…Atruenen chécales, en la cancha de polvo de ladrillo del viejo fortín fraternal…y en ese día iluminado, los fraternales tendremos la impresión de escuchar de nuevo sus palabras henchidas de gloria, empujando al aguerrido Estudiantil: “…vamos, vamos…; fuerza, fuerza; sí, así, así, así…; marquen bien: entre el tablero y el hombre…; bien Mono, bien Pincho, así se juega…”!!!
Y después,…después la feliz sonrisa y el abrazo del triunfo,a veces increíble, sobre equipos fogueados de mayores, a puro corazón, coraje y atrevimiento.
Y esto que puede parecer un sueño, fue –también- una realidad. Que lo digan si no los valiosos trofeos guardados en las vitrinas de la querida FRATER, en gran medida a él se los debemos.
Hermosos recuerdos…llenos de un tiempo feliz que agradecemos y del que nos sentimos honrados. Honrados por haber tenido ocasión de recibir el cariñoso afecto de un hombres valioso que predicó con el ejemplo y al que tributamos este cálido homenaje”
Alberto D. Montoya, Sergio A. Martinez, Miguel A. Polo, Carlos Zambianchi, Elio R. Aranda. Sergio E. Carrara, Luís P. Penza, Carlos A. Nallín, carlos Santa Cruz, Joaquín Medina, Alejandro Batiusko, Hugo E. Addy, Justo N. Gimenez Sánchez, cesar Luna, Alejandro Bbenchoame.
Desde el interior adhieren:
De Las Lomitas: Constantino y Tomás Curéstis y Jacinto Chávez; de Pozo del Tigre: Juan Alejandro Montoya, José Q. Palavecino y Leónidas Pardalis; de Ibarreta: Constante Woroniuk e hijos, Vladimiro Babiak, Armando Montellano y Carlos Trachta; de Clorinda: Tomás Montanaro, Roberto Santa Cruz y Fernando Lancieri. También Raú Alberto y Guillermo Polo.
Mensaje del Confraterno Juan Tejera (San Salvador -ER-)
"En adhesión al recordatorio del Negro López, les mando esta pequeña perlita que contaba mi padre que fuera fraternal egresado en el año ´33.-
Mi padre nacido en C. del Uruguay se crió allí en casa de sus abuelos maternos e ingresó a la Frater luego de haber conseguido una beca. Hago esta aclaración pues no se si se conocieron con motivo de La Frater ó fuera de ella. Bueno:
Resulta que el Negro entre otras cosas oficiaba de referí de futbol y, en cierta ocasión durante un partido, habiendo dado un fallo no estuvo de acuerdo determinado jugador (que durante el juego siempre portaba cuchillo); éste, fue a recriminarle al Juez que había cobrado mal tal infracción, a lo que llegados a las manos, el árbitro noqueó al díscolo jugador y, el partido continuó como si nada hubiese pasado.-
Saludos y chécales a todos.
Juan Tejera"
El Centro Maxit agradece a Juan Tejera el mensaje con la anécdota que su padre, Fraternal como él, le narrara sobre el "Negro" López.
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