MARTINIANO LEGUIZAMÓN por Delio Panizza (Para CHÉCALE)

Fué de los fundadores de "La Fraternidad". Entrerriano de la más genuina cepa criolla -había nacido en Rosario de Tala- descendía de guerreros y de vascos. por eso pudo decir con verdad y belleza en las cuartetas de su Autorretrato:

• "Circula por mis venas la sangre briosa
• de aquellos levantiscos de rostro fiero,
• que anudaron al cuello la gola airosa
• y a sus lanzas la enseña del montonero."

Su nombre ha dejado en los claustros laicos de la casa la estela luminosa de sus prestigios. Ya en el Colegio Histórico recibió el espaldarazo de Olegario Andrade por su canto a la Bandera de los Andes, fantasía escrita en loor del grande héroe civil don Mariano Moreno, y empezó a trazar sus primeros esbozos teatrales con una comedia, desgraciadamente perdida, "Los apuros de un sábado", compuesta para la troupe estudiantil "que se salía por los pueblos en la carreta del juglar", como dijera para los fundadores el romance precioso de Arturo Capdevila. Después llegarían los triunfos de "Calandria", "Montaráz", "Alma Nativa", "De Cepa Criolla", "Hombres y Cosas que pasaron", "la Cinta Colorada", "Recuerdos de la Tierra", "Urquiza y la Casa del Acuerdo" y otros libros imperecederos de la literatura nacional.

En Buenos Aires, donde sentó sus reales, su vida de escritor y su lucha de historiador fueron un alto ejemplo. Le llamaban "El pacificador", porque su constancia tesonera consiguió imponer a la consideración y al respeto de todos, nada menos que desde las columnas de "La Nación", el diario de los Mitre, dos nombres provincianos gloriosos pero resistidos: Ramirez y Urquiza. Y cuando el insulto golpeaba. Y cuando el insutlo golpeaba su puerta y la mofa quería herir su nombre, su pluma entintada en la verdad, abr´´ia las sombras arrojando a sus adversarios puñados de documetación ilevantable. Orador, poeta, cuentista, comediógrafo, novelista, historiador y periodista, destacado en todo, su nombre, que es un astro en las letras argentinas, es una gloria de "La Fraternidad". Amó a su tierra con entrañable amor; amó la libertad con ardoroso empeño y amó a su Patria y sus próceres con pasión idealista. Fué un hombre cabal y su fama es una llamarada inapagable. Sépanlo bien los FRATERNALES de hoy y de siempre.

Publicado en "CHÉCALE", Nº 13 (número extraordinario), Concepción del Uruguay, 21 de junio de 1954.